Esta panadería fue fundada en el año 1966 en el barrio de la Florida, situado en esta hermosa Villa de la Orotava. El local original contaba con una superficie de 90 metros cuadrados, lo que les permitió establecer un espacio acogedor y funcional para atender a sus clientes. Los propietarios que iniciaron este proyecto fueron Don Francisco Marrero Luís y Don Miguel García Pacheco, dos emprendedores con visión y pasión por la panadería. Decidieron darle el nombre de “PANADERÍA LA FLORIDA”, marcando así el inicio de una emocionante aventura empresarial en la que se convirtieron en socios y compañeros de camino.
Años más tarde fallece Don Miguel García Pacheco, y Don Francisco continua adelante con la empresa durante unos pocos años más. Posteriormente, se une a él su esposa, Doña Dácil Yanes Fariña, quien fue una pieza fundamental en el desarrollo y éxito de la empresa. Gracias a su dedicación y esfuerzo, esta compañía le debe hoy en día la creación y popularización de sus famosos rosquetes, que se han convertido en un producto emblemático y muy apreciado por todos.

En el año 1980, Don Francisco edifica la nueva Panadería sita en la calle Bebedero Bajo de esta Villa de la Orotava. El nuevo local cuenta con 1000 metros cuadrados. A este nuevo local lo denominaron “PANADERíA LOS BALCONES ”ya que el edificio se caracterizaba por una gran balconada.
Con el paso de los años y debido a las demandas para surtir a los clientes, el local ha crecido hasta los 3.000 metros cuadrados que hoy posee. Debido a diversos problemas con la denominación fiscal, se le cambio el nombre a “PANADERíA FRANCISCO MARRERO LUIS”, y en el año 1994 se procede a crear la empresa como “PANADERíA MARRERO, S.L.”, nombre con el que se conoce a nuestra empresa a día de hoy, y no sólo por la fabricación de pan y rosquetes.
En Noviembre del año 2005 los hijos del matrimonio entran a formar parte de la Sociedad Limitada, Don José Francisco, Don Juan Jesús y Don Carlos Alberto, y es cuando Don Francisco decide jubilarse y pasar el testigo de Administrador a Don Carlos Alberto. Los tres hermanos siguen los pasos de su padre, que les enseñó la profesión desde muy temprana edad.
Hoy por hoy la Empresa cuenta con maquinaria moderna y una plantilla de panaderos, ayudantes y repartidores que nos permite llegar a todos los rincones de la Isla con nuestra variedad de pan, bollería artesanal y pastelería.
ACCIÓN SOCIAL

Citamos aquí las palabras de una redactora de la revista oficial del Hogar Santa Rita, ”Como Las Abejas” En el ambiente familiar de esta empresa existe un cariño entrañable hacia El Padre Antonio, pues como Carlos nos comentaba, su padre llevaba diariamente a casa de su hermana en La Orotava, y veía con frecuencia alPadre Antonio durmiendo en el suelo. Para ellos, eran actitudes y maneras de ser, envueltas en sacrificio, en voluntad y ganas de ser buenos, que sin duda perfilaban la personalidad de misionero del Padre Antonio, que en su afán de darse a Dios y a los más desfavorecidos.
Panadería Marrero lleva especialmente “Pan del molde” al Hogar Santa Rita, desde hace unos 6 años aproximadamente. La iniciativa surgió a través de Cari, la encargada del economato del Hogar Santa Rita II. La cual, en unas de sus visitas a comprar por la tienda, solicito ayuda para los ancianos en la medida en que se pudiese llevar a cabo.
Y así desde aquel momento, todos los viernes es entregado directamente al economato, una cantidad de considerable de pan buenísimo, blandito y a gusto de los más de 1.100 ancianos que actualmente residen en el Hogar Santa Rita II.
En nombres del Padre Antonio, la fundación Santa Rita, voluntarios y residentes en pleno: GRACIAS infinitas por tanta bondad y generosidad.
«Ninguna obra buena, por pequeña que sea, aún un vaso de agua dado con AMOR, quedará sin recompensa». GRACIAS por hacer ese recorrido de la vida, haciendo el bien.
El Padre Antonio lo tiene muy claro, tan pronto como La Familia Marrero entre en el Cielo, les pagarán con intereses acumulados, la totalidad de facturas que, voluntariamente, no quisieron cobrar en la Tierra, sino que hicieron «unas dignas donaciones» a tantos pobres a los que nunca les faltó el «pan del día.”
Panadería Marrero resultó premiada por el Excmo. Ayuntamiento de la Villa de La Orotava en el VIII Premio Artesanía y Patrimonio.